La Biblia
Creemos que la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, es la palabra inspirada de Dios, sin ningún error en las escrituras originales. La Biblia es la única autoridad dada por Dios que el hombre posee; por lo tanto, toda doctrina, fe, esperanza, y toda instrucción para la iglesia debe ser basada, y armonizada con la Biblia
(2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:20, 21; 2 Timoteo 1:13; Salmo 119:105,160, 12:6; Proverbios 30:5).
Dios
Creemos en un solo Dios por siempre eterno: infinito en poder, santo en naturaleza, atributos y propósito; quien posee deidad absoluta e indivisible. Creemos que este Dios único quien se reveló en el Antiguo Testamento como Jehová, se reveló en Su Hijo, Jesucristo. Por lo tanto Jesucristo fue y es Dios. En otras palabras, Jesucristo es el único verdadero Dios en carne, porque en El habita corporalmente toda la plenitud de la deidad. Siendo completamente Dios, Jesús también fue totalmente hombre, con completa y verdadera humanidad; completamente hombre, y completamente Dios. Además, el Espíritu Santo es Dios con nosotros y en nosotros. Así que Dios es manifestado como Padre en la creación y como Padre del Hijo; en el Hijo por nuestra redención, y como Espíritu Santo en nuestra regeneración.
(Deuteronomio 6:4; Marcos 12:29; 1 Corintios 8:5-6; 1 Timoteo 2:5; Colosenses 2:9; Efesios 4:6; Juan 4:24; Lucas 24:39).
El Señor Jesucristo
Creemos en la deidad de Jesucristo como el único Hijo de Dios. Creemos que Jesucristo es el único Mediador, completamente Dios, completamente hombre, en quien es efectuada la reconciliación entre Dios y el hombre. Creemos en su muerte substitucionaria por toda la humanidad, su resurrección, y su segunda venida a juzgar al mundo.
(1 Timoteo 2:5; 3:16; 2 Corintios 5:19; Apocalipsis 1:8).
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El Espíritu Santo
Creemos que el ministerio del Espíritu Santo es glorificar al Señor Jesucristo y durante esta era, traer convicción de pecado al hombre, regenerar al creyente pecador, habitar, guiar, instruir, y fortalecer al creyente para servir y vivir piadosamente
(2 Corintios 3:17; Juan 6:7-13, 14:16, 17; Hechos 1:8; 1 Corintios 2:12, 3:16; Efesios 1:13; Gálatas 5:25; Efesios 5:1).
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Unidad de los Creyentes
Reconocemos que los cristianos siempre han tenido diversidad en su teología y la seguirán teniendo hasta el regreso del Maestro mismo, por lo tanto creemos que es de vital importancia que procuremos mantener la unidad del Espíritu hasta que todos vengamos a la unidad de la fé, al mismo tiempo exhortando a todos los hermanos a no contender por los diferentes puntos de vista que solo llevan a romper la unidad del cuerpo.
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El Hombre
Creemos que el hombre fue creado por Dios, a su propia imagen y es la máxima obra de su creación. Por su propia voluntad el hombre pecó contra Dios trayendo como consecuencia el pecado a la humanidad. Por lo tanto la humanidad está separada de Dios y en necesidad de regeneración espiritual
(Génesis 1:27; Salmo 8:3-6; Isaías 53:6a; Romanos 3:23; Isaías 59:1, 2).
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Salvación
Creemos que todo hombre es nacido con una naturaleza pecaminosa y que el propósito de la cruz es el de redimir al hombre del poder del pecado. Creemos que la salvación está al alcance de todo aquel que la recibe. Creemos que la salvación es gratis y separada de toda obra de hombre y es el resultado de la gracia soberana de Dios.
(Romanos 6:23; Efesios 2:8, 9; Juan 14:6, 1:12; Tito 3:5; Gálatas 3:26; Romanos 5:1).
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Arrepentimiento
Creemos que el perdón de pecados se recibe por medio del arrepentimiento genuino, la confesión y el abandono del pecado. Creemos que el hombre es justificado por medio de la fe en el Señor Jesucristo.
(Romanos 5:1; Hechos 2:38, 11:18, 17:30; Lucas 13:3; 24:47).
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Bautismo en Agua
Creemos en la ordenanza del bautismo en agua por inmersión en obediencia a la Palabra de Dios. Todo aquel que se ha arrepentido del pecado y ha aceptado a Jesucristo como Señor de su vida debe ser bautizado en agua como confesión publica de su fe en Jesucristo. Es a través del bautismo que públicamente nos identificamos con la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo.
(Hechos 2:38, 10:48, 19:5; Mateo 28:19).
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Bautismo del Espíritu Santo
Creemos en el bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas. Creemos que los cristianos tienen el privilegio de usar su lenguaje de oración diariamente, pero la evidencia de la presencia del Espíritu Santo morando en el creyente es una vida renovada.
(Mateo 3:11; Hechos 1:5; 2:4; 10:46, 19:6; Joel 2:28).
La Iglesia
Creemos en la iglesia como el eterno y universal cuerpo de Jesucristo, compuesto por todos aquellos que han aceptado la obra de expiación de Jesucristo. Creemos en la necesidad de asamblea de los creyentes con el propósito de evangelismo y edificación.
(Mateo 16:18; 1 Corintios 1:2; 1 Timoteo 3:15).
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Santidad
Creemos que el vivir en santidad y la búsqueda de una vida santa debe ser la meta de cada creyente. Creemos que es nuestro deber el lavar y renovar nuestras mentes diariamente por medio de la Palabra de Dios. Creemos que el vivir en santidad será manifestado tanto en el interior como en el exterior del creyente. Creemos que el vivir en santidad se obtiene cuando aprendemos los caminos de Dios y cambiamos nuestra propia manera de pensar por la de El. Debemos ser conformados al Reino de Dios por medio del permitirle a Dios formar y moldearnos con sus manos.
(Tito 2:11, 12; Hebreos 12:14; 1 Pedro 1:15-19).
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Mayordomía
Creemos que cada hombre es mayordomo de su vida y recursos, los cuales esencialmente le pertenecen a Dios. Creemos que el dar el diezmo y ofrendas es una medida de obediencia a los principios basados en las escrituras sobre mayordomía.
(Mateo 23:23; Malaquías 3).
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Sacerdocio del Creyente
Creemos que cada creyente tiene una relación única con Jesucristo. Como sus hijos, cada cristiano tiene acceso inmediato al trono de Gracia y la habilidad de manifestar el poder del Señor Jesucristo en su ministerio. Creemos que cada creyente tiene un lugar de ministerio en el Cuerpo de Cristo y debe utilizar los dones que el Espíritu Santo le ha dado.
(1 Pedro 2:9; Hebreos4:16).